Ayer me equivocaba, cuatro siglos no pueden condensarse en siete horas... pero sí en diez minutos. Porque era difícil ahogar las lágrimas, porque me hizo presente a aquéllos que tanto quiero y ya no están conmigo, porque hizo felices a todas estas personas, porque se dio una lección de teología cofrade, porque nos hizo sentirnos orgullosos de ser ciudadrealeños, por tantas y tantas cosas, y sobre todo por hacer gala de Su Nombre... CARIDAD.
Por este momento...GRACIAS.
1 comentario:
Me quedo especialmente con ese momento y con el Cristo solo en el paso.
Enhorabuena por el trabajo de todo el año de la comisión del IV Centenario de la Caridad.
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