Aún no sé si opté por no acordarme o por no hacer mis recuerdos patentes. Seguramente sea esto último. Posiblemente fui traicionado por mi ánimo para sentirme más cerca de tí.
Te sigo echando de menos… eso es indudable, y no pasa un día en el que no vengas a mi memoria. Pero hay tiempos en los que los sentimientos se hacen más intensos… y no se por qué, pero últimamente es así para mí.
El pasado día de San Mateo volvimos a celebrar el día de esa enfermedad de nombre extraño que nos fue robando tu presencia… ya no sólo la física, sino tu presencia interior.
Te fuiste marchando poco a poco, con cada uno de esos recuerdos que dejaban de adornar la plateada sonrisa de tu rostro… Quizás por eso preferí dejar esta entrada para hoy y dejar caer por este año esa efemérides en el olvido.
Dicen que esta enfermedad es muy triste, es cierto. Pero, dentro de la rudeza de un día a día que va minando a la persona que conocimos, aunque siga encerrada en su mismo cuerpo, todavía quedan motivos para la esperanza…
Y es que puede ser que al final todos los recuerdos se marchen, pero hay uno que siempre permanece. Es el bálsamo para sostenerse firme en las turbulencias del olvido. El único recuerdo que no puede desaparecer es el amor de los que les rodean. Y esa medicina, la de los besos, las caricias, los paseos, los juegos, las palabras bonitas… es capaz de resistir firme el paso de la enfermedad.
No hace falta que te diga que tu recuerdo va grabado en mi memoria, tu y yo lo sabemos todo, y todo eso quedará siempre entre los dos. Por eso esta entrada va por aquéllos que habéis padecido la enfermedad del olvido en vuestra familia, pero que también habéis disfrutado de la cura del cariño en vuestros hogares…
Mientras tanto nosotros les seguiremos recordando…
4 comentarios:
Miguel has conseguido emocionarme hasta el infinito... y más allá. Se ve que no eran tus manos las que escribían esto, si no tu corazón. Cómo bien dices, hay días en los que los sentimientos afloran más, otros que se quedan más guardados en nuestras entrañas. Pero es bueno siempre compartirlos, ayuda mucho.
Un abrazo enoooooooorme, seguro que desde ahí arriba se siente bien orgullosa de ti.
Miguel, no hay palabras para expresar la emoción que se siente al leer estas palabras. Como dice Sonia, esto está escrito con el corazón, y como tal, llega directamente a nuestros corazones. Sinceramente, sobran las palabras cuando son los sentimientos los que hablan. Gracias por estos pellizquitos en el corazón, y que nos hacen ver el valor humano que derrochas, y como muchas veces en la vida no sabemos valorar los pequeños detalles y que en muchas ocasiones le damos importancia a cosas que no la tienen. Un fuerte abrazo, amigo, de corazon.
MIGUEL TUS SENTIMIENTOS TE HACEN HUMANO Y SOBRETODO REAFIRMAN TU GRANDEZA DE CORAZON.
UN GRAN ABRAZO
Muchas gracias a los tres... Nada, que a veces se pone un sensiblón... digo yo que será como dice Manuel, para hacernos más humanos... porque por mí cara parezco más simio... jajaja. En serio. Gracias de corazón y un fuerte abrazo a todos.
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