Es la primera vez que escribo tranquilamente desde que el pasado viernes una Cruz de Mayo volviera a salir por Ciudad Real desde la puerta de la Capilla de los Remedios en la Plaza del Stmo. Cristo del Amor.
Y es en esa puerta donde, tras rezar un Padre Nuestro y tras mirar por ese cristal que nos separaba, sonaba el Himno Nacional y el corazón de muchos chavales comenzaba a latir con más fuerza.Primer sueño hecho realidad. Todo ese día salió como nunca nadie lo hubiera imaginado para ser nuestro primer año. 
Seguro que Él, desde detrás de ese cristal, también se preguntaba porque hubo alguien que pudo quitarle la oportunidad de ver esos corazones delante suyo, sacando desde el interior de la Capilla ese símbolo por excelencia del Cristianismo.Hoy, seguro que no encuentra ni Él mismo respuesta a todo esto. 37 niños emocionados e ilusionados, un paso más que digno, el tiempo acompañando, muchísima gente a lo largo de todo el recorrido, y la Cruz, máximo símbolo del Cristianismo presidiendo todo, tal vez abatida y triste porque no encontraba a su alrededor acompañamiento alguno de los mandamases de su Iglesia, a la que seguro a veces ni ella misma comprende. Por lo menos, a más de uno le quedó claro, que por mucho que no quieran que esto se realice, esta Cruz siempre será acompañada por muchísimas personas que no se avergüenzan de salir a la calle con ella, y por decenas de jóvenes que trabajaron con ilusión durante mucho tiempo para esas dos horas. En fin, algún día espero que todo esto que he escrito provoque risas de un mal recuerdo en todos nosotros.
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