GRACIAS
Ahora que las aguas de las emociones desbordadas van volviendo a su cauce, y como éste se ha impuesto como el mejor medio para comunicarnos entre los cofrades, desde el blog de mi amigo Paco, quiero daros a todos las GRACIAS…
Gracias a los que estuvisteis en el Pregón de mi Hermandad, y os emocionasteis al igual que yo… Y a aquéllos que por diversas causas no pudisteis asisitir pero habéis hecho lo posible para conocerlo.
Gracias a Chefo, por su presentación cargada de afecto. Sin estridencias, con la serenidad que caracteriza a aquéllos a los que de toda la vida se les ha llamado “un señor de los pies a la cabeza”. Pero sobre todo gracias, Chefo, porque personas como tú, sois los que dignificáis la palabra COFRADE, haciendo que los demás nos sintamos orgullosos de verlo. Un lujo, que el Señor de la Bondad te mire cada Miércoles Santo tan de cerca, aunque en el palio te echemos de menos…
Gracias a Emilio y a su Junta de Gobierno, porque a pesar de los pesares, el movimiento se demuestra andando, y ¡qué bien camina mi Hermandad cada Miércoles Santo! Y sabes que puedo hablar con la autoridad de aquél que ha discrepado y discrepará con vosotros en muchas cosas. Pero por encima de todo está la HERMANDAD y el trabajo bien hecho.
Gracias a los que nos acompañasteis en la cena de después del Pregón. Gracias Alfredo por esas charlitas cofrades que tanto he añorado (estandarte del gusto cofradiero…).
Gracias a Pastor, por cuidarnos bajo las trabajaderas del palio, y durante el resto del año por preocuparse de las trabajaderas de nuestra vida… Un CAPATAZ y una PERSONA (con mayúsculas…).
Gracias a los que a través de diversos medios me habéis transmitido vuestro afecto y reconocimiento… Gracias Manuel (sabes que siempre me ha interesado tu opinión..). Gracias Marce (ojalá pronto se unan la gubia y el martillo de dos cofrades manchegos… que orgullo que pudieras ser tú). Gracias Sonia, por tus pregones de luz cada primavera… Gracias a aquéllos que llevan el AMOR por bandera, que suerte conoceros…
Gracias a aquél que, mientras escribo estas líneas, está impregnando la morenez del cobre al que pudo ser este año, y no ha sido, pero al final seguro será… No se puede esconder la luz debajo del celemín…
Y sobre todo, gracias a tí, por existir….
Gracias por este reencuentro tan hermoso…
No hay comentarios:
Publicar un comentario