jueves, 29 de diciembre de 2016

La esencia en el atril...



Hay entradas que merecen el reposo necesario, la actitud interior adecuada, y la claridad en el alma que permitan traslucir la ilusión de lo que está por venir.

Sé que puede parecer una entrada a destiempo, pero el tiempo para lo cofrade no existe. Se puede decir que ante las buenas nuevas, un cofrade puede estar viviendo en un brillante domingo de ramos, aun entre las nieblas de diciembre.

Llevaba muchos años queriendo hacer esta entrada, y por fin, mis dedos pueden teclear la ilusión del nombramiento de Magdaleno León Turrillo como Magno Pregonero de la Semana Santa de nuestra ciudad. 

Sean cual fueren los tiempos, los dimes o los diretes, con Magdaleno sube por fin al atril de los sueños, la poesía de un cofrade de los pies a la cabeza, pero además sube a alféizar del Quijano, una persona a la que aprecio mucho, y que ha sido y es referente para muchos en muchos aspectos de la vida. Por eso no quiero desligar mis palabras del afecto. Algunos podrán decir que están contaminadas por él, y que por tanto no soy objetivo. Me da lo mismo. El cariño no contamina sino que perfuma con la fragancia del afecto todas y cada una de mis palabras.

Con Magdaleno se escribirán las líneas de un pregón mágico, pero además, de un pregón verdadero. Será el cofrade que aguanta hasta las 7 de la mañana (como pocos), a que el Silencio retorne al gótico de San Pedro, el que pregonará nuestra Semana Santa. El Cofrade del mutismo de las Penas, el que asiste a los cultos de tantísimas cofradías, el cofrade de la algarabía de un barrio entregado a unas manos entrelazadas, el cofrade de la reliquia de Madre en sus manos en la eterna madrugada. El cofrade de la Madre, ya se llame Dolores, Prado o Carmen… El cofrade de la semilla cofrade que se siembra en la familia (qué nombre el de su mujer…!) y que se recoge en los hijos inyectados del veneno cofradiero (bendito veneno). 

Pero sobre todo y ante todo, será el Pregón del amor auténtico por las más puras esencias de esta Ciudad Real vieja, tantas veces denostada, y que en la voz de Magdaleno querrá recuperar la lozanía de la muchacha piropeada por su pretendiente, en cualquier reja de calle Lirio…

Para mí será uno de los sueños cumplidos y una de las ilusiones por las que seguir adelante en este 2017 que se nos asoma ya a la vuelta de la esquina. Eso sí, una esquina de bambalinas azul y plata en cualquier calle del Perchel…

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