domingo, 23 de marzo de 2014

COFRADE


Seguramente el protagonista de hoy lo recuerde, ya que es uno de los momentos mágicos que guardamos en el cofre de nuestros recuerdos más bellos. Yo lo guardo con especial cuidado. Como si no quisiese que el tiempo alterase nada de aquélla fotografía impregnada de emociones…

Era Viernes Santo y el Señor del Amor ya discurría de vuelta hacia su Capilla en Los Remedios. Frente a frente el Amor de Dios, y el Amor de esta ciudad, envuelto en tocas blancas de novicia  y calzando sandalias de esparto..

Fue la primera vez que me emocioné (en un lugar tan especial para ambos como es la Casa de la Compañía de Hermanas de la Cruz) al escuchar la voz del Cofrade de hoy… y hoy me emociono con frecuencia, cada vez que a corazón abierto deja sangrar lo más íntimo de sus vivencias en su intimísimo blog personal…

Con el paso del tiempo hemos ido conociéndonos mejor (hasta descubrimos parentesco lejano), y he ido pudiendo admirar en Magdaleno otras facetas que no me llevan sino a reafirmarme en lo que pensé en un momento inicial. Estamos ante un cofrade de una sensibilidad especial. Lean. O miren sus fotografías. O escuchen sus pregones.

Sueño con verlo algún día agarrado al altozano de madera del Teatro Quijano… Porque sé que ese día será más grande la dicha de la ciudad cofrade, que la suya propia. Y estoy convencido de que más pronto que tarde así será…

Mientras, sigue perfilando con sus días un pregón más hermoso si cabe, regalándonos la estampa de la misma primavera reflejada en las miradas atentas de sus hijos, la tradición que pasa de generación en generación…

Para el que suscribe, el trato más cercano, siempre atento y agradable, gracias a nuestro Sanedrín, con el protagonista de hoy está siendo uno de esos regalos que nos deja el ser cofrade… El primer encuentro marca. Y no pudo tener mejores protagonistas…

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