Todo el mundo tiene, según cada cual, un trozo de tierra, donde ha lugar…
Entre la algarabía, el bullicio y el festeo propio de los últimos de julio, se despereza, como antaño, como hoy y como siempre, algo mucho más profundo, menos visible que el pañuelo de yerbas que luciremos orgullosos al cuello, o los blusones, o las faldas multicolor de la buenas mozas…
Ese ser profundo que anida en los ciudadrealengos de pura cepa, en los culipardos que nacimos y crecimos en este trozo de España, en esta Madre Mancha, que suspira en ojos de cielo azul en el Prado…
No se deja acariciar ese sentimiento por cualquiera. Es como nuestro Guadiana, caprichoso… Hay que saber amarlo, pero si se siente amado, se despliega en la claridad de las inmensas llanuras por las que discurre. En el fondo, a esta tierra le gusta ser amada en sus formas, puras y limpias, como su cielo añil…
Es un pellizco de calle Feria, una reja en la calle del Lirio, un paseo en el albero del Prado, es la sombra centenaria del Parque, o el arrullo de La Talaverana… Amarte es sufrir, porque pocas veces hemos sabido hacerlo como te merecías… Pero te queremos. Y te queremos así, cual moza que resurge de sus ruinas, lozana y sencilla, guapa en tus adentros y fiel a sus costumbres…
Mañana todos miraremos en la dirección que marca tu latido,
y llevaremos a esa Novia Celestial, desposada con esta tierra, todo lo que
durante el año hemos cosechado, las penas y las alegrías, los gozos y las
sombras.. Y este año además, emocionados, el fruto de nuestro amor, para que aprenda a querer aquéllo que nosotros amamos… Llega agosto, y sentiremos
el candor de Su Sonrisa, pero antes, déjanos sentir este julio caduco, esta
alegría profunda y desbordada, este orgullo de ser manchegos….
… yo nací en ti, y crecí en ti y a tí te vengo a cantar…
(En cursiva fragmentos de la obra "Madre Mancha" de Javier Segovia. La preciosa foto es de mi amiga Leticia Cabezas)
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