domingo, 20 de enero de 2013

El ratito de la tarde...



Sabes que el nuestro es un amor de silencios… nos gusta charlar así, sin palabras. 

Nuestra historia es una historia de miradas, a veces fugaces, pero otras, tan intensas que son capaces de abrir de par en par el alma para dejar que entre por ese resquicio de dudas el aroma fragante de tu primavera…

Me has reservado, nuevamente, un hueco en el tiempo sin tiempo de tu presencia… Nos hemos vuelto a decir tantas cosas en tan solo un cruce de tus ojos con mi ser… 

Todos los miedos se disipan en tu candor… ante Ti todas las dudas desaparecen. Hoy, todo tan nuevo y a la vez, tan repetido, he sentido tu abrazo en el de aquéllos que tanto te quieren, y he sentido tu sonrisa en sol fulgurante de la mañana… 

Y en esta tarde, solos, Tu y yo, he vuelto a saborear, lento, cadencioso, el compás delicado de tu mirada… porque sólo así, y tu y yo lo sabemos, gustamos de encontrarnos en este quicio de la primavera… despacio, silente, dulce… así te encuentro, y así me amas… porque hoy tu Consuelo me acaricia en la sonrisa de un niño…

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