jueves, 2 de febrero de 2012

YO NO SOY TONTO...




Siempre me ha parecido ingenioso este eslogan de una conocida tienda de productos electrónicos… Y no por mi interés en las nuevas tecnologías. Es cuestión de percepciones. Y es que a veces yo también he sentido como si algunos creyeran que soy (que somos –los cofrades-) un poco tontos…

Motivos no les faltan, se han dado a lo largo de los últimos decenios bastantes fundamentos para ello… Pero hay personas que no se han dado cuenta que muchas cosas han cambiado. Bueno, no se han dado, o no quieren darse cuenta, ya que es más provechoso pensar en (y tratar a) los “semanasanteros” como aquéllos “simplones” que están ahí en busca de la gloria personal y la alabanza pública.

Pero fíjense por donde, las cosas han cambiado, los Hermanos Mayores, y oficiales de Juntas de Gobierno, ya no son los tontos del pueblo… y ahora hasta piensan…

Y es que aún no salgo de mi asombro, cuando el pasado viernes, después de mi vuelta al “mundo” tras mi retiro estudiantil, veo como, en la reunión con Su Excelencia (en la denominación del artículo 124 de la Ley 7/1985), y algunos Ilustrísimos (en la denominación del art. 125 del mismo texto), éstos han optado por sacar de la chistera algunas medidas “anticrisis” aplicadas al mundo cofrade. Ole ahí. Viva la España cañí.

A partir de ahora nada de pregones en fines de semana en el Casino Cultural, menos subvenciones, y lo mejor de todo, para el año que viene las Cofradías a repensar sus itinerarios, porque hay calles en las que el público no se masifica viendo las procesiones… Y se quedan más anchos que largos.

Claro, de ahí el título de esta reflexión, y es que muchas veces siento como la “clase política” actual, y en este caso la municipal, debe pensar que somos tontos.

 “Mi´e usté” Excelencia, que no… que a muchos no nos la cuela otra vez. Que no se puede decir a la gente que no se abre el Casino para no tener que pagar horas extras, cuando éstas desaparecieron de las retribuciones de los funcionarios locales hace más de un año (por motivo de la consabida “crisis”), que no se puede decir que cuesta mucho pagar a los Policías por las procesiones, cuando ustedes tienen a su disposición la ordenación de las retribuciones de dicho cuerpo… y lo de las subvenciones, pues… bueno va… ahí hasta puedo entenderlo (que entiendo, porque pienso… aunque no se lo crean).

Pero ante todo esto me queda otra sensación, una sensación que ilustra el refranero español: “De aquellos barros, estos lodos”. Y es que a los cofrades, en los últimos años, se nos ha hecho el “culo pepsicola”, cuando veíamos acercarse al político de turno. Hemos asistido a acontecimientos espectaculares (espectacularmente bochornosos): medallita de oro de la Cofradía para ti, cetro y presidencia de paso para los candidatos por allá, saludito del paso en el templo a la candidata (cuál si Patrona se tratase…)... en fin… una maravilla del esperpento.

Y claro, ahora, la clase política, que “donde dije digo digo diego”, y vuelvo a decir digo, y luego diego otra vez… sin necesidad de los “paletillos de los santos”, decide aplicarles un “castigo ejemplarizante” de cara a la sociedad laica y progresista, para que se aprecie como todos somos uno en pos de salir de la recesión económica. To´s por igual valientes!!...

Y su Excelencia, que todavía no se ha enterado que en Semana Santa no existe el paso del “Santísimo”, ni Hermana Eulalia nunca fue superiora de las Hermanas de la Cruz, ni que en la Agrupación Musical STV existen clarinetes, ante esto, seguro que espera lo de siempre… Que llegue una nueva Semana Santa y la podamos ver, orgullosos y maravillados, luciendo como nadie la mantilla española en la Procesión del Santo Entierro. Ole las mujeres guapas!! Pero que mona va esta chicha siempre…

Yo, desgraciadamente, también pienso como Su Excelencia. Aquí nunca pasa nada. Hoy en el Pleno de Hermanos Mayores “quedará clara la actitud de muchos corazones”. Cristo es una bandera discutida… y utilizada, y si le puedo sacar tajada, aún a costa de mi Hermandad y de mi Semana Santa, pues mejor.

El presidente de la Asociación de Cofradías tiene una papeleta difícil. Defender la Semana Santa y su carácter puramente religioso, ante los mandamases civiles y ante los cofrades. No me gustaría estar en su pellejo. Pero es su deber. Al menos, en esto, confío plenamente en él, porque sé que antes de nada, es cofrade…

Y un pequeñísimo apunte político (cuestión en la que no me gusta meterme), por si algunos no se han dado cuenta, la derecha y la izquierda han muerto. Ahora mandan los mercados. Por eso (y por otras causas) dejé de creer en el sistema actual. Por eso, en política yo soy de uno: de Cristo, que es el que debe marcar el ritmo de nuestra vida y nuestras opciones. Si estás con Cristo, estoy contigo. Si estás contra Él, no puedo ser de los tuyos. Hoy, lamentablemente, ninguno está con Él…

Ahora recuerdo, cuánto, cuantísimo… nos han dolido las bofetadas que se nos han dado desde la calle Caballeros… y reflexiono, ¿no era mejor una torta que nos atizara nuestra madre? Y es que ahora, también, nos la da nuestra prima de Alicante… y esa, por inesperada, duele más…


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como cofrade ciudadrealeño sólo puedo decir que la entrada en sí es impecable, además de ser más verdad que un templo (nunca mejor dicho).
Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Una de las mejores reflexiones que he leído en mucho tiempo.
Enhorabuena

Anónimo dijo...

Querido Miguel, como casi siempre, no puedo estar más de acuerdo contigo. Sin embargo, permíteme que te robe uno poco de tu espacio para, aunque no quito ni una sola coma de tu escrito, ejercer un poco de abogado del diablo, de donpepitogrillo o de mosca cojonera, como quieras llamarlo. Los políticos en general y nuestra alcaldesa a tiempo parcial en particular, cuando hablan de Semana Santa lo hacen desde un profundo desconocimiento, sin vivir y sin sentir nuestras cofradías, cambiando de nombre a Cristos y Vírgenes y plagando de inexactitudes todo cuanto dicen (no se me olvidará nunca, cuando en la inauguración de la plaza Nuestro Padre Jesús de la Bondad, la alcaldesa todavía a jornada completa tomó la palabra para echarse flores por su amor a la Semana Santa y tras descubrir el azulejo con la cara de la Imagen e inaugurar oficialmente la plaza, nombró al Santísimo Cristo … eeeehhh … … más segundos de silencio … y se tuvo que girar para leer el nombre del Cristo). Pero mientras nos han dado dinero, nombres de calles o plazas, medallas o absurdos títulos honoríficos, les hemos reído las gracias y sus meteduras de pata no pasaban de ser simpáticas anécdotas. Como ahora la situación económica no permite cierto tipo de dádivas, no les pasamos ni una. Nos parece inaceptable que la diputada a tiempo parcial no sepa que los clarinetes no forman parte de la instrumentación de una agrupación musical, cuando no tiene por qué saberlo (pongamos a muchos cofrades que se escandalizan de eso una tuba y un bombardino y qué digan cual es cual). La gente ajena a las cofradías no tiene por qué saber nuestro especial argot cofrade, ni ser entendidos en la materia. Yo sólo pido que no se inmiscuyan en asuntos que no les incumben, que me parece es lo peor de todo lo sucedido. La pérdida de subvenciones era algo asumido por la mayoría, pero los recortes de itinerarios son indicaciones improcedentes que se las debería haber ahorrado.
Los políticos son interesados y las relaciones que se establecen con ellos son de puro interés. Es decir, al político le interesa el voto de un determinado colectivo para mantenerse en la poltrona que tantos y pingües beneficios le reporta y le concede determinadas peticiones para conseguirlo. Y el ciudadano le dará su voto si le son concedidas determinadas peticiones. Y así seguirá siempre. Cuando la situación mejore, nos volveremos a arrimar a ellos para conseguir más dinero, el nombre de nuestro Cristo o de nuestra Virgen en el nomenclátor de la ciudad, un terreno para edificar una capilla, la foto que supuestamente da prestigio o les daremos una vara para dar mayor lustre a la procesión.
Quizá lo que estamos viviendo ahora nos deba servir de lección para el futuro, para preguntarnos si merece la pena juntarnos con quien sabemos de antemano que no le interesamos lo más mínimo, que nos utilizan a cambio de sus intereses electorales, pero les da igual nuestras procesiones, nuestro patrimonio, nuestras celebraciones, nuestros proyectos o nuestra fe y lo que representa lo que va encima de los pasos (¿ella diría “carrozas”?). O, por el contrario, sabiendo como son, cuando la economía alcance de nuevo los niveles de años anteriores e intenten aparentar ser cofrades de caché, ir a saco a sangrarles en todo lo que podamos, sacando buena tajada a cambio del supuesto voto que yo jamás daré ni a estos ni a los otros, pensando únicamente en el botín que podamos obtener.
Difícil papeleta de la Asociación, de los hermanos mayores … y de los cofrades de a pie, que va siendo hora de unirnos en pro de un bien común y no esperar a que sean los demás los que arreglen el entuerto. Quizá haya en juego más cosas de las que nos imaginamos.
P.D. La foto que ilustra el artículo es de la presentación del disco de la A.M. Santo Tomás de Villanueva, banda que, por su trabajo, esfuerzo y calidad, lleva el nombre de Ciudad Real por toda España dando prestigio, no sólo a su Semana Santa, sino a toda la ciudad. Pues que tome nota y aprenda de ellos.

José Luis Serrano Herrera