miércoles, 26 de marzo de 2014

VIA CRUCIS

9ª estación JESUS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN (Lc 23, 27-31) 

“Lo seguía un gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban lamentándose por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: -Mujeres de Jerusalén, no lloréis por mí. Llorad mejor por vosotras y por vuestros hijos, porque, mirad que van a llegar días en que digan: “Dichosas las estériles, los vientres que no han parido y los pechos que no han criado”. Entonces pedirán a los montes: “Desplomaos sobre nosotros” y a las colinas: “Sepultadnos”. Porque si con el leño verde hacen esto, con el seco, ¿qué irá a pasar?”. 

Reflexión: Benditas mujeres que supisteis lamentaros por Jesús. Benditas madres de familia que sabéis lo que es amar en silencio, soportando, cediendo, favoreciendo, dando y entregándolo todo. Benditas mujeres de todos los tiempos que os habéis conmovido con el sufrimiento de los demás y habéis alargado la mano para ayudar. Benditas y benditos cuando sepáis sacar fuerzas de vosotros mismos y seáis capaces de dar ánimos a otros. 

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