domingo, 22 de diciembre de 2013

Acariciar a Cristo...

Fuera de las almibaradas historias pseudo-navideñas que en estas fechas tanto se cotizan, ayer en las "Misas de la Virgen" (tan desconocidas aún por los hermanos de la Santísima Virgen del Prado), el Señor Obispo, protagonizó un momento que para el que suscribe, constituyó una auténtica lección de vida, y de lo que debe ser un Pastor diocesano...

Para no caer en ese endulcoramiento, y por la intimidad de los participantes, obvia referir detalladamente el suceso. Sólo un apunte: una caricia, un abrazo, unas palabras llenas de auténtico afecto cristiano, que nos descubren junto a Cristo-Eucaristía a Cristo en los hermanos...

 Ayer recibimos a Cristo en las Sagradas Especies, pero también nos fuimos reconfortados al saber cómo la Iglesia, en sus consagrados, trata a Cristo en nuestros hermanos... La Iglesia de la Misericordia, el Evangelio de la Alegría, que nos exhorta el Papa Francisco...

Simplemente, gracias don Antonio...

No hay comentarios: