domingo, 24 de noviembre de 2013

TERMINÓ EL AÑO DE LA FE..





"Esta relación estrecha entre fe y caridad,
entre causa y efecto, la desarrolla Juan de Ávila,
en su comentario a Gálatas 5, 6: «la fe que actúa
por medio del amor». Dice: «Ni circuncisión
ni obras, todo vale nada delante de Dios si no
hay fe; y tampoco la fe vale delante de sus ojos si
no tiene vida. ¿En qué se verá que tiene vida? Si
tiene obra. Disparate sería pensar de un cuerpo
que tenía vida, si no le viésemos obras de vida; y
disparate sería de quien se aficionase a un cuerpo
y toma amistad con él, careciendo de vida y
de espíritu, etc.» […] 

Cristum habitare per fidem
in cordibus vestris, in caritate radicati et fundati
(Ef 3, 16−17). Por fe con caridad, dice que mora
Cristo en nosotros. La fe es la que lo aposenta, la
que le da el señorío, la que con él nos liga; y ella
mesma es las arras, los dones y los collares que
da Cristo a la esposa con quien se casa. Este collar
y cadena, labrada tiene de estar. ¿Qué quiere
decir “labrada”? Que tienen de resplandecer en
ella diversidad de obras: amor de Dios y del prójimo.
[…] La caridad, donde quiera que está, produce
grandes y excelentes frutos. No se contenta
con tener el amor ocultado, sino que da muestras
de él con obras; procura de emprenderle
en los otros y por esto se le compara al fuego».

San Ignacio de Antioquia afirma lo dicho por san
Juan de Ávila de otra manera. Dice en la Carta a
los Efesios que «la fe y la caridad son el principio
y el fin de la vida: el principio es la fe, el fin es la
caridad. Las dos trabadas en unidad, son Dios, y
todo lo demás, que atañe a la perfección y santidad,
se sigue de ellas".

El Obispo en su Carta Pastoral "Sobre la fe"

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