La vida en muchas ocasiones azota. Es cierto. Aunque en realidad en ocasiones somos nosotros, con nuestros resquicios a lo dañino, los que conseguimos hacer este Valle uno de lágrimas, o mejor dicho de azotes….
En medio de la tempestad, todo se nos hace cuesta arriba pero conseguimos salir a flote por nuestro espíritu de supervivencia. El problema suele venir después, cuando llega la calma. Todo se desploma porque estamos agotados.
Ahí, es cuando necesitamos más los cuidados de los que nos quieren, para que no nos dejen desfallecer. Más aún cuando, habiendo sobrevivido a la tormenta, tenemos que empezar a construir de nuevo nuestra casa.
Y los mejores cuidados son los que se dan con el cariño. Ese que algunas personas se ganan a pulso con su bondad. Este es el “momento justo” para ello. Es el KAIROS, para que se sepáis que os queremos y estamos con vosotros. Porque en definitiva KAIROS, no es otra cosa que “la primera causa” y ahí no hay otro que Jesucristo, y Él es el Amor del Padre manifestado a los hombres.
Ahora no podéis desfallecer, hay mucho bien por hacer….
2 comentarios:
Preciosa entrada y muy merecida... Me quedo con una frases: "Y los mejores cuidados son los que se dan con el cariño."
Es lo que ellos dan a la gente, y lo que en estos duros momentos tienen que recoger de sus amigos... el Señor está poniendo todo en su lugar, sólo queda un último empujón!
Gracias a todos de corazón, pues ha sido grande el regalo de Dios en el "momento justo" de teneros cerca. un abrazo
Publicar un comentario